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El diagn贸stico de nuestro modelo actual de desarrollo es irrefutable: no lucha contra las desigualdades, o las combate ineficazmente, sino que peor a煤n, contribuye a la profundizaci贸n de las mismas, mientras degrada nuestro planeta. Solo las transiciones energ茅ticas y ecol贸gicas podr谩n reconciliar el crecimiento econ贸mico y el cumplimiento de la agenda social de los Estados, tanto en el Norte como en el Sur.

Liberarnos del fundamentalismo del mercado requiere, en primer lugar, la aceptaci贸n de nuevos indicadores que complementen el PIB. Estos van m谩s all谩 del simple aspecto monetario del bienestar y tienen en cuenta no solo las externalidades positivas generadas por los sectores sociales, sino tambi茅n las externalidades ambientales negativas asociadas a las actividades humanas. De esta manera, dejaremos de medir un crecimiento ficticio y podremos dirigir pol铆ticas p煤blicas sostenibles. Paralelamente, el 茅xito de estas pol铆ticas depender谩 de la capacidad de los actores a fundamentar su estrategia al largo plazo. Sin embargo, sin una reglamentaci贸n m谩s estricta de la esfera financiera, los pa铆ses del Sur no tendr谩n la capacidad presupuestaria para financiar los grandes proyectos de transici贸n.

La contabilidad del carbono tiene como objetivo conciliar el horizonte temporal de nuestras acciones con los desaf铆os de la transici贸n energ茅tica. Limita el comportamiento a corto plazo al cuantificar las externalidades de las actividades sectoriales y legitima la elaboraci贸n de reglamentos sancionatorios. Facilita las estrategias de cooperaci贸n haciendo posibles las comparaciones internacionales y asegura la transparencia de las negociaciones. En resumen, permite establecer diagn贸sticos por pa铆ses, identificar proyectos de contabilidad clim谩tica y reorientar las inversiones hacia activos verdes.

Las actividades humanas est谩n a punto de generar una sexta extinci贸n de los seres vivos. Sin embargo, la biodiversidad, la diversidad de la flora y fauna, tanto marina como terrestre, contribuyen a la resistencia de nuestros ecosistemas frente al cambio clim谩tico. Su preservaci贸n es imperativa puesto que nos proporcionan servicios esenciales para nuestra vida diaria: el suministro de recursos naturales y la provisi贸n de bienestar cultural.

La COP21 subraya la importancia de las ciudades como parte de las transiciones; Ellas est谩n cerca de los actores del territorio que concentran el 70% del consumo de energ铆a. El Estado es tambi茅n un actor central; En su calidad de garante de la ley, puede establecer un marco reglamentario y tarifario favorable para atraer la financiaci贸n externa de largo plazo, necesaria para lograr la transici贸n. En cuanto a las instituciones financieras internacionales, ellas est谩n empezando a tomar medidas coordinadas a favor de las pol铆ticas clim谩ticas; Sin embargo, son los bancos regionales de desarrollo del Sur los que representan el grueso de las inversiones de transici贸n.

El informe Stern publicado en 2006 nos muestra que al financiar las transiciones (1% del PIB mundial), 隆ahorramos! Lo que resulta ser realmente costoso es nuestra pasividad, puesto que tendremos que movilizar m谩s del 20% del PIB mundial para enfrentar el cambio clim谩tico.